En una reunión de ex-alumnos, uno de los primeros tópicos fue el destino de cada uno de los alumnos que conformaban la clase; pronto observamos que la mayoría seguía en soltería y viviendo con sus padres; unos años más tarde si bien el estado civil había cambiado, el domicilio, seguía igual.
Esta misma situación se replica con conocidos, compañeros de clases, amigos de infancia o de toda la vida; la conformación de una pareja se ha vuelto más relajada, y la dirección domiciliaria de muchas personas que no han alcanzado sus 40, sigue siendo la de siempre.
Por estos resultados a pequeña escala, no me resulta extraño encontrarme de frente, ante la interrogante: ¿Cuál es la razón para que un «millenial» no logre adquirir una vivienda? y de presentar soluciones, a esta problemática.
Aspectos internos
Comencemos con un ejercicio de introspección, y señalemos a quienes los expertos en el tema, consideran como aspectos culpables, pero que el individuo puede modificar: comodidad, inmadurez y nulo ahorro.
La comodidad, es mas bien un derivado del contexto. Tenemos por lo general la opción de vivir más tiempo, disfrutando por lo general de una paz entre naciones sin parangón con otro tiempo; por lo que del soporte y apoyo que brinda el núcleo familiar, no resulta una idea tan atractiva, pese a encontrar pareja.
No se trata de inmadurez como tal, sino que intentamos sintetizar en esta palabra diferentes tipos de situaciones. Expertos en psicología consideran que los «millenial», son egocéntricos, emprendedores y narcisistas; por lo que no está en sus prioridades adquirir una vivienda, sino rentarla, pues si surge un problema o cambio, solo basta con hacer maletas.
La generación millenial, no desea adquirir una vivienda; tiene ganas de viajar y recorrer el mundo, por lo que formar una familia y establecerse no está en sus planes; en otros casos, tienen ganas de independizarse laboralmente, de buscar alternativas en las que no se aten a horarios, o escalafones burocráticos.
Ya lo hemos hablado en otro artículo, la generación «millenial»; es considerada la menos ahorradora, ni por medios formales o informales; los gastos principales se orientan a solventar artículos básicos y alguno que otro de lujo, siendo mayormente en el rubro de la tecnología.
Factores externos
Digamos que no es todo culpa del millenial, existen algunos factores que la sociedad se ha encargado de presentar; estos son: alza en el precio de los inmuebles, un mundo hipercapitalizado e inseguridad laboral.
En 2008, ocurrió un crack en el precio de los inmuebles en Estados Unidos, que golpearía con efecto dominó a los demás países y nos llevaría a una crisis financiera. Resumiendo parte de la historia, habían muchas viviendas, muchas opciones de crédito para adquirirlas, pero pocos pagos que realmente se hicieran.
Aunque parecería agua pasada, las ciudades han albergado cada vez más población, y el valor de los predios y viviendas, continua elevándose; siendo aplicable para todas las latitudes del globo. A 2021, los precios se han elevado un 7.3% a nivel mundial.
Con respecto al mundo hipercapitalizado, es notorio el elevado pensamiento de consumidor; orientando al millenial a distribuir su dinero en un sin fin de aparatos tecnológicos, volviéndolo incapaz de ahorrar.
Finalmente la seguridad laboral, es un tema que hemos abordado ya en soleste, con el escaso registro de mexicanos en las Afores; se considera que el porcentaje oscila entre 30% y 40%, el total de compatriotas de entre 18 a 70 con una cuenta para el retiro.
El enemigo, para el millenial, se encuentra en los entornos de trabajo, el horario poco flexible, pero principalmente la subcontratación, una opción con muchos matices tanto para el empleador, como para el empleado.
Adquirir una vivienda
Pero no todo esta perdido, si bien lo primero que hay que exhortar es el ahorro, y la cultura del emprendimiento; el millenial ha presentado alternativas que generen solución.
Por ejemplo, el house hacking, es una opción de la que ya te platicamos, que se basaba en adquirir una pequeña vivienda, ya sea de manera rentada o comprada y monetizar algunos servicios a los vecinos: renta de internet, venta de alimentos, mandaditos, etc.
La tendencia Fire, para poder retirarnos a temprana edad de nuestra vida laboral; y vivir de lo básico los siguientes años, con esta independencia puedes realizar algo menos estresante o algo que te apasione.
O el sharing, una variación a la compra o renta de departamentos, siendo copropietario de un inmueble, que te sirve para una etapa de tu vida; y que luego puedes vender a los otros propietarios o a un nuevo inquilino.
