La creación de la SolarBall fue posible gracias a un joven estudiante australiano llamado Jonathan Liow, de la Universidad de Monash en Melbourne. El chico dio a conocer su invención por primera vez en 2008, durante el Concurso Internacional de Diseño James Dyson.
El invento captó la atención de todo el mundo, apareciendo en varios titulares y medios de televisión. Sin embargo, el impacto no se debió únicamente a la invención en sí, sino también a las motivaciones que la impulsaron.
En varias entrevistas, Liow expresó que la inspiración para la SolarBallfue fue la necesidad urgente de agua limpia en Camboya. Aseguró estar conmovido por el marcado contraste entre los privilegios que él experimentaba y la difícil situación de aquellos en Camboya, quienes carecían de acceso a esta necesidad básica.
Viajar a esta región proporcionó a Liow una visión directa de las desafiantes condiciones de vida. Se dio cuenta de que si bien el agua limpia no resolvería todos los problemas, sin duda podría marcar una diferencia significativa. Impulsado por esta necesidad, creó la SolarBall.
Este es el mecanismo de le esfera solar:
Si bien existen dispositivos similares destinados a la purificación del agua, la SolarBall fue meticulosamente diseñada para satisfacer una necesidad específica. Su simplicidad, combinada con eficiencia, la hace ideal para aquellos que enfrentan escasez de agua.
Esta herramienta innovadora puede producir hasta 3 litros de agua purificada. Los usuarios solo necesitan verter agua en la SolarBall y colocarla bajo la luz solar directa. La combinación de agua no potable y los intensos rayos solares prevalentes en estas regiones facilita la transformación.
Demostrando su potencial para impactar significativamente la salud, la SolarBall no se limita a Camboya. Liow visualizó una aplicación más amplia y, por lo tanto, la diseñó para ser lo más adaptable y universal posible. La combinación de colores neutros y un diseño versátil aseguran su idoneidad en diversas culturas y rutinas diarias.
El éxito de este dispositivo es evidente entre aquellos que lo han utilizado y han visto sus efectos transformadores.
