El día de hoy, recorreremos las primeras páginas del libro: El código de la mente millonaria, del autor Carlos Master Muñoz, para entender como en nuestra mente pululan pensamientos negativos, que pueden frenarnos o ponernos límites.
Sobre el autor
Carlos Muñoz, es egresado de las licenciaturas en Ciencias Jurídicas, Economía y Derecho; las cuales estudió simultáneamente en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM); además, cuenta con posgrado en Prospectiva Estratégica, Innovación de Negocios y Administración, carrera en la que cuenta con la especialidad en Mercadotecnia.
En su aspecto laboral, es dueño fundador de la empresa inmobiliaria:4S Real Estate Foresight, la cual ha sido reconocida, como una de las mejores empresas en su sector, ganando el premio Silver Award.
En su etapa de coach, es que Carlos Muñoz, ha generado sentimientos encontrados; pues hay quienes le reconocen, y quienes le aborrecen; la polémica, la ha desatado con el formato de comunicación que suele usar, palabras fuertes que pueden considerarse agresivas e insultantes; en más de una ocasión ha tenido que disculparse por ello.
Como grandes aprendices del mundo del emprendimiento, no podemos cerrarnos a la enseñanza de ningún mentor; por lo que juntos, abordaremos el texto del empresario, no tanto del «influencer», para obtener el mejor aprendizaje.
Los límites
Ya lo hemos conversado en otras ocasiones, en nuestro cerebro existen límites, que nosotros mismos establecemos, bordes imaginarios que nos hacen dudar y que con perseverancia, podemos superarlos.
Al respecto, Carlos Muñoz nos refiere, que las limitaciones que nacen en nuestra mente, son la suma de pensamientos negativos, ideas de fracaso, derrota y fallas; que nos llevan a decir que algo, no es posible.
Los pensamientos negativos
Para poder entender como pueden afectarnos, consideremos el dato; de que nuestro cerebro genera 60 pensamientos al día, una cantidad tremenda, que si transformáramos en personas, llenaríamos un estadio; el problema radica entonces, en que miles de ellos serán negativos, y cuando deseemos que los individuos evacuen el estadio, esto no solo se negarán a hacerlo, sino que se influirán en otros para no dejarlo.
Al respecto de esto, un texto budista nos explica, que debemos ser consientes de la existencia de estos pensamientos; e identificarlos, antes de que operen de manera conjunta; y al igual que unos duendes cabezones, dispararles con flechas o dardos.
Fuera del imaginario, la sugerencia es que cada vez que pase por tu cabeza un «No» irracional, te des un momento para callarlo con un «Sí»; háblate en voz alta, y recuérdate cuáles son tus cualidades, que ganarás intentándolo, combate a los duendes con tu propio voz.
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