Los amantes del soccer, que han viajado de todas partes del mundo, para vivir la experiencia del Mundial de Qatar; han comenzado a concentrar sus quejas, en lo que en un principio parecía una buena idea, pero ha resultado todo lo contrario.
La promesa
La denominada como Fans Villages o Villa de Fanáticos, era la respuesta de Qatar, para atender la creciente demanda en hospedajes, por motivo del mundial de futbol; y es que, en total, se auguraba recibir hasta unas 3 millones de personas, en un país, compuesto por 2 millones y medio de habitantes.
En concreto, el planteamiento era el de aprovechar el desierto de Doha, y construir hasta 18 mil habitaciones; con una capacidad para alojar hasta 2 personas, por un costo de $200 dólares por noche, siendo el mas asequible del país.
Para que la fabricación no fuera un problema, se aprovecharían de la estructura de contenedores, para crear estos alojamientos; además de contar con areas públicas aledañas, como restaurantes, bares, comedores, parques y secciones para ver el mundial.
El alojamiento contaría con dos camas individuales, iluminación, aire acondicionado, un baño por cuarto, y los muebles básicos para el resguardo de artículos; estos alojamientos vendrían en distintas presentaciones, unas más económicas que otras, pero sin ser precios tan elevados.
La Villa de Fanáticos
La realidad para los fans, ha sido una experiencia no tan agradable como se veía en diseños; si bien los primeros contenedores, se pudieron construir con todos los elementos prometidos, para avanzar a mayor velocidad, se cambiaron los diseños por unos contenedores plásticos.
Estos nuevos contenedores, han brindado una experiencia tibia, ya que no cuentan con baños, pues se decidió por hacerlos de uso común; además de contar solo con un ventilador, para combatir el calor de Qatar.
La idea de aprovechar el desierto, ha mostrado su lado malo, si bien se deseaba recrear una idea de vida en la playa, las altas temperaturas del día y las bajas por las noches; han hecho que los habitantes busquen otro tipo de refugios o busquen otras zonas para dedicar su tiempo.
Parece que el problema, más que de planeación, en la Villa de Fanáticos ha sido de tiempo; pues todavía se siguen realizando construcciones, para atender la demanda de cuartos, que no para de crecer; por esta razón es que algunas áreas públicas se han convertido en espacios para trabajadores, y desde la Villa, se puede ver el polvo de las maquinarias trabajando a toda prisa, aunque a estas alturas, poco a poco se nos va el mundial.