Hace poco en Soleste, platicábamos del frugalismo, un estilo de vida opuesto al consumismo actual; que nació en Europa, con mucha representación en Alemania; y que busca gastar lo menos posible con tal de ahorrar siempre pensando en el futuro.
Otra oposición al consumismo, es el FIRE, que tiene su origen en Estados Unidos; una tendencia con objetivos más acotados, y que busca ahorrar más del 50% de los ingresos, para jubilarse lo más pronto posible.
De estas tendencias de ahorro que comparten similitudes, se deriva un nuevo tipo de pensamiento, el “House Hacking”, o la opción de tenerlo todo, sin poseer nada.
Ahorrar para poseer
El primer paso consiste en obtener ingresos, el segundo en ahorrar una parte de ese sueldo, desde el 10% hasta el 50%, es completamente aceptable.
El objetivo al que orientaremos el dinero ahorrado es para adquirir bienes, de los cuales podamos obtener un ingreso; no se trata de comprar para vender, sino de comprar para rentar.
Todo aquello de lo que no se pude obtener un ingreso, se considerará un bien de lujo, por lo que deberás pensar detenidamente si adquirirlo o no; imponer el: lo necesito, sobre lo quiero.
Poseer para rentar
Los bienes inmuebles como las casas o departamentos, son los objetivos más deseados; en México las búsquedas en línea para este sector han crecido 7%, por lo que su demanda ha aumentado, y forman parte del 13.1% del Producto Interno Bruto (PIB).
El siguiente objetivo sería la adquisición de vehículos, la irrupción de las plataformas de transporte como Uber o Cabify, así como los servicios de entregas a domicilio, han traído para algunos, la oportunidad de adquirir un carro o una motocicleta para ponerlos en renta.
Pero no es aplicable solo a estos rubros, se puede usar para todo aquel bien que se pueda transformar en servicio o en negocio, para que, durante su vida útil, estas propiedades se vuelvan una inversión y no un gasto.
Nuestra vida se vuelve gratuita
Craig Curelop, se ha vuelto un importante representante de este estilo de vida, el que llama “House Hacking”, en su caso, inició adquiriendo un departamento el cual rentaba de manera esporádica a otras personas.
Pasando el tiempo, decidió adquirir una vivienda y rentar de manera completa el departamento. El nuevo hogar, fue adaptado para poder dividirse en distintos espacios, que rentó a nuevos inquilinos; y de esta manera vivía compartiendo la casa.
La idea de Curelop, era la de optimizar la vivienda para su renta; tanto para arriba (un segundo piso), como para abajo (un sótano), y los costados (un garaje), hasta el punto en que logremos vivir gratis en nuestro propio domicilio.
Por supuesto que podemos añadir un “bonus”, al igual que un resort, podemos incluir un negocio dentro del domicilio: un abarrote, un ciber, un servicio de comidas, rentar el internet, las ideas son ilimitadas.