El pasado 15 de noviembre, alrededor de la media noche, hora del este (ET); una alarma resonaba en el interior de Estación Espacial Internacional (EEI); desde controles en Tierra, se ordenaba a los siete tripulantes, salvaguardarse en las capsulas de salvamento; y esperar instrucciones para una eyección rápida.
Pruebas militares
Minutos antes de la alarma en la EEI, la Comandancia Rusia ponía a prueba un nuevo misil balístico, usando como blanco el satélite no operativo y de grandes dimensiones: Kosmos 1408; que circundaba nuestro planeta en orbita baja.
En Tierra, la compañía LeoLabs fincada en Nueva Zelanda, recibía datos de su red de radares; al parecer en donde antes existía un satélite ruso de dimensiones considerables, ahora se alzaba un cúmulo compuesto por más de 1,500 piezas de escombros orbitales.
Protocolo de evacuación
Tras la destrucción del satélite, la NASA desde Tierra, ordenaba a los tripulantes seguir el procedimiento de norma; cerrar las escotillas que conectaban los diferentes módulos de las estaciones, y proceder a resguardarse en las capsulas salvavidas.
Los tres astronautas de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), y el astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA), se han salvaguardado en la Crew Dragon de Space X; mientras que en la Soyuz rusa, se refugiaron un astronauta de la NASA y dos cosmonautas de la Agencia Espacial Federal Rusa (ROSCOSMOS).
El primer encuentro con el cúmulo de basura espacial, se tuvo en punto de las dos de la madrugada, ET; sin daños considerables o vitales, en la Estación Espacial Internacional; las colisiones se repitieron cada hora y media; por lo que se consideró que los astronautas podrían regresar a la estación, tras dos horas de resguardo.
Basura Espacial
Tras la situación, y mediante comunicado, el Comando Espacial del Departamento de Seguridad, de Estados Unidos; ha acusado las acciones de los militares rusos, como negligentes, inseguras, e irrespetuosas de las demás naciones; pues no solo peligraron los astronautas de la EEI, sino también los taikonautas de la próxima Estación Espacial China.
Por su parte, la ROSCOSMOS ha considerado en extremo alarmantes las declaraciones, pues la EEI se encuentra en zona verde, o zona segura; mientras que los escombros se desintegrarán en la órbita terrestre o se alejaran en el espacio.
Aunque ambas instituciones han informado que pronto entrarán en reuniones, para tratar este asunto, parece que lentamente nos acercamos al Síndrome de Kessler, un escenario en el que el volumen de la basura espacial será tan elevado, que pondrá en riesgos futuras misiones;
Esperemos que pronto ideemos soluciones para que este preocupante panorama, cual película de Alfonso Cuarón, no se haga realidad en nuestro espacio.