La llegada de la pandemia, puso contra las cuerdas todas nuestras actividades económicas; y el campo, también sufrió la ausencia de la mano de obra humana. En algunos países, esta escasez de personal, pudo solucionarse con la ayuda de robots agricultores; quienes han podido sembrar y cosechar, necesitando pocas personas, para poder hacer su trabajo.
Y es que efectivamente, las herramientas autómatas, ganan cada vez mayor presencia en la actividad agrícola; y Bill Gates, uno de los más grandes emprendedores de nuestro siglo, ha generado ruido entre los inversionistas, al depositar una cuantiosa cantidad de dinero, para el desarrollo de estas tecnologías.
La agricultura v. 4.0
Así es, las herramientas del campo poco a poco se sofistican; la coa, el pico, la barreta, el rastrillo que hemos visto en manos de nuestros agricultores, dan paso a ingenios, que consideraríamos exclusivos del entrenamiento de las grandes urbes.
Por ejemplo, la empresa John Deere, se ha esforzado por integrar software a sus tractores; de esta manera, los campesinos pueden trazar rutas de arado o cosecha, con ayuda de un GPS; o bien, realizar sencillas programaciones, que vuelven autónomos a los vehículos.
Otra herramienta, que consideraríamos poco probable, son los drones, dollys y robots; los primeros ayudan a fertilizar, cuidar el campo o colocar plaguicidas; los segundos, pueden plantar y verificar el estado de las siembras; mientras que los últimos irrigan los campos, proveen nutrientes, fertilizantes, entre otras actividades.
Robots agricultores
Hace pocos días atrás, la startup Iron Ox, realizó una ronda de financiamiento; ofreciendo a los inversionistas, la oportunidad de formar parte de la nueva revolución tecnológica del campo.
Los robots agricultores de Iron Ox, han trabajado en ambientes controlados; demostrando resultados positivos. Sus pruebas, se han realizado en un invernadero de 930 metros cuadrados; ubicado en California, en el cual el robot Grover, un brazo robótico, y una combinación de sensores; atienden todos los cultivos, brindando información de cada una de las plantas en tiempo real.
La interacción humana en estos cultivas, es poca y puntual; ya que la estructura del invernadero, permite saber si es necesaria la asistencia de una persona. Se prevé que la segunda fase de estas pruebas, abarquen un espacio de 5 hectáreas, en Texas; en un ambiente más variable.
El futuro del campo
La joven empresa, ha llamado la atención del fundador de Microsoft; quien además de aportar los $50 millones de dólares, ha apoyado a la empresa en su fase de financiamiento.
Iron Ox, ingresa al listado de empresas verdes, en las que el magnate está siendo partícipe, y por el cual se ha ganado el sobrenombre del rey de cultivo; emprendimientos como Breakthrough Energy Ventures, e Impossible Foods, que buscan crear alimentos económicos, con poco consumo de agua.