La Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO), elaborado durante el mes mayo por el INEGI, refleja el poco interés de los trabajadores mexicanos; entre 18 a 35 años, por adquirir créditos a largo plazo, especialmente si se usará para la compra de una vivienda o un vehículo.
Créditos a largo plazo
Y es que, era una tendencia que ya se había tomado en consideración en otros estudios, las nuevas generaciones, tanto las económicamente activas; como las que están a pocos años de sumarse a este segmento, no tienen interés en adquirir compromisos o deudas por largos periodos de tiempo.
A este pensamiento, se suma también, la ruptura de diferentes paradigmas, los jóvenes, en su gran mayoría; no tienen interés en adquirir una vivienda, pues buscan viajar o usar sus ingresos para adquirir productos o servicios a corto plazo; de igual forma, no tienen prisa por independizarse, consolidar una familia, y las responsabilidades que a esta le acompañan.
No casas, autos o cosas caras
De acuerdo a la encuesta, menos del 16% de los jóvenes mexicanos, buscan adquirir un inmueble o remodelar el existente; ya que, en la mayoría de casos, viven con familiares o rentan; por lo que desde el 2018, este interés va en descenso.
En el mismo tenor, se encuentra la perspectiva de la adquisición de vehículos, en donde las intenciones caen hasta el 10%, y parece decantarse; en mejor pagar servicios de transporte o adquirir alternativas de bajo coste, como la bicicleta, los patines eléctricos o la motocicleta.
Pero no solo se trata de estos bienes, sino de cualquier préstamo que implique altas tasas de interés o largos plazos; en esta lista se pueden encontrar: televisiones, muebles y electrodomésticos de gran tamaño, es decir, artículos que superen las decenas de miles de pesos.
Cuestión de prioridad
Para los expertos, no todo es una cuestión generacional, la opinión de los jóvenes sobre el panorama actual, social y económico, es pesimista; por lo que este grupo de mexicanos, parece ser consciente de su contexto, y creen que la peor idea es iniciar grandes préstamos para adquirir nuevos bienes, por lo menos en dos años.
De igual manera, se toma en cuenta que para 2018, el 16% de la población ganaba el salario mínimo, y para 2022; este número ha aumentado a 34%, con la casi desaparición de puestos que superan los 5 salarios mínimos.
La noticia, no es para nada buena, para los expertos en finanzas, créditos y microeconomía; nuestro país está sufriendo una fuerte desaceleración económica, y los mexicanos se están concentrando en la adquisición de bienes básicos; como alimentos, medicina y productos del hogar; por lo que el crédito, se está destinando a estos insumos.
