Dice el profesor Víctor Manuel Ancheyta Bringas que con la reciente Reforma Educativa en México se ha iniciado una nueva etapa en el proceso educativo.

En su oficina en Tuxtla Gutiérrez, ocupada en mayor parte por muebles llenos de documentos y libros entre los que se imponen dos figuras de águilas desplegando el vuelo y una estatua del Quijote, Ancheyta Bringas disecciona la reforma que suplió a la otra que de 2013 al 2018 mantuvo confrontados el magisterio y el Gobierno federal.

Convencido de que la escuela como concepción está sustentada en tres pilares, los cuales son autoridad educativa, padres de familia y el trabajador educativo (incluye a los administrativos), le alegra que la nueva Reforma Educativa recupere la filosofía y conceptos que dibujan al nuevo ciudadano que se debe educar o formar en México.

Con la nueva reforma se vino a terminar con esa situación que prevaleció en el país durante el conflicto derivado de una reforma de corte neoliberal, que se ceñía a los planteamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI), a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Cooperación Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Las autoridades educativas estaban totalmente distantes de lo que buscaba el magisterio, y los padres en el desconcierto ante lo que ocurría.

Con una Reforma Educativa así, que era de un enfoque individualista, el expresidente Enrique Peña Nieto no pasó más que a sumar todo en contra de él, salvo el apoyo de la derecha, pero ya con la nueva reforma en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador una serie de factores permitieron desatorar el conflicto entre el planteamiento de la Coordinadora Magisterial y del gobierno federal y la Secretaría de Educación.

El exdirigente de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Chiapas reconoce que ante la presión del magisterio sí hubo ajustes a la propuesta original hecha por el presente gobierno pero está muy lejos de quienes han dicho que la educación ha sido entregada a la coordinadora magisterial, y para atajar dudas señala puntos específicos de la ley primaria y de las tres leyes secundarias.

Rectoría

Víctor Manuel Ancheyta Bringas precisa que de entrada en la ley primaria, es decir, en la reforma al artículo 3º Constitucional, se especifica que corresponde al Estado la rectoría de la educación, a la vez que adiciona que la educación es universal, inclusiva, pública, gratuita y laica, con lo que se dibuja el nuevo ciudadano que se debe formar.

Para ello, esta ley primaria puntualiza que la educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva.

Y antes de leer el siguiente punto, se aclara la voz para darle mayor énfasis a lo que él considera uno de los enfoques que revolucionan el proceso educativo en el país, donde dice que la educación tenderá a desarrollar armónicamente todas la facultades del ser humano y fomentará en él el amor a la patria, el respeto a todos los derechos, a las libertades, a la cultura de paz y a la conciencia de solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.

Y aquí se detiene, compara la presente reforma con la anterior que, a decir de él, estaba acotada, porque tenía todo menos solidaridad internacional, menos respeto a los derechos humanos, menos trabajo en equipo, menos humanismo. El enfoque de la primera reforma era primero yo, luego yo y por último yo.

Pero la reciente reforma promueve la honestidad, los valores y la mejora continua del proceso enseñanza-aprendizaje.

Ese es el alma; de esa manera se dibuja al nuevo ciudadano que debemos formar. Por eso, en una de las tres leyes secundarias ―Ley General de Educación, Ley en Materia de Mejora Continua de la Educación y la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros― se habla de recuperar materias como historia, filosofía, ética, arte, que ya habían desaparecido de la enseñanza, pero que ahora fortalecen la laicidad.

 

Prioridad 

La nueva reforma prioriza el interés de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el acceso, permanencia y participación en el proceso educativo.

¿Cómo?, se pregunta Ancheyta Bringas y se responde de inmediato:

En la Ley General de Educación se establece la atención a la infraestructura educativa, el mantenimiento educativo y el esfuerzo para que todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes vayan a la escuela. Esto existía antes pero como un mero discurso.

Pero como otro de los temas trascendentes, se reconoce a los maestros como agentes importantes en el proceso educativo, cuando en la reforma anterior se les denigraba.

Ahora el presidente recibe a los maestros. ¿Cuándo un presidente había recibido a los maestros? Yo te puedo decir cuándo. Nunca. Ahora el presidente Andrés Manuel dice, si no estás de acuerdo con esto, sigamos discutiéndolo.

Capacitación constante

Y para cumplir con esa prioridad que es el acceso garantizado a la educación de equidad y excelencia para los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros estipula que el Estado asume la responsabilidad de la admisión y promoción del personal que va a laborar en el proceso educativo.

Pero aquí lo importante el profesor Ancheyta Bringas lo pronuncia con precisión, es que se elimina lo punitivo de los exámenes. El maestro siempre tendrá oportunidad de evaluarse. Como pleno uso de sus derechos, el asesor, docente, técnico docente, técnico pedagógico, director y supervisor estará en un proceso de capacitación continua.

Con lo anterior se revaloriza la función de los maestros como profesionales de la educación, y norma el proceso para la elección, admisión, promoción y reconocimiento.

Es importante que de la misma manera que un médico se certifica cada cinco años para seguir ejerciendo, el maestro lo haga de manera constante para que esté capacitado acorde con los nuevos tiempos.

Por eso, esta ley establece la disposición para la creación de la carrera para maestros, que antes se llamaba Carrera Magisterial pero había desaparecido con la reforma de Enrique Peña Nieto. Este punto tiene el propósito de que el docente tenga ingresos horizontales, un triunfo que sólo aquél que padece ceguera política podría no verlo. ¿Por qué un triunfo?

El maestro tiene posibilidades de ganar más.

Esta ley también precisa que se seleccionará a los aspirantes en igualdad de condiciones, en la admisión, promoción y reconocimiento de personal para la función de directivo, docente y supervisor.

Ya no es el sindicato que va a manejar las plazas. Eso está claro.

Otros logros

De esa manera se busca la excelencia en la educación, establecida en la Ley en Materia de Mejora Continua de la Educación.

Esta ley secundaria incluye la equidad y excelencia educativa, pero entendida la excelencia como el mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje para el desarrollo del pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad

Si notan, ya no es el sentido mercantilista ni capitalista en el proceso educativo.

Es como ahora el Estado prioriza el aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes para lograr el desarrollo armónico de todas sus capacidades orientadas a fortalecer su identidad, responsables con sus semejantes y comprometidos con la transformación de la sociedad.

Qué sigue

Víctor Manuel Ancheyta Bringas sostiene que con la nueva Reforma Educativa el pueblo de México está ante la gran posibilidad de contar con hijos que formen parte de una generación mejor educada.

La nueva reforma es un gran paso porque es inclusiva y prioriza los derechos humanos. Las leyes no tienen todo lo que quisiéramos, pero si plantea todo esos temas, hay que salir a buscarlos. Por ejemplo, la educación intercultural, que es lo que conlleva la inclusividad en un país como México.

Estamos en una nueva etapa.

Y más, ahora que las leyes educativas, las cuales recuperan la universalidad, lo inclusivo, la equidad y la excelencia en el proceso educativo, llevan a fortalecer esos tres pilares ―autoridades educativas, padres de familia y trabajadores educativos― sobre los que descansa la plataforma que es la escuela.

Ese es el cambio, concluye con una sonrisa de alegría el profesor Víctor Manuel Ancheyta Bringas, quien ha liderado una de las secciones más fuertes del sindicato magisterial en el país.

 

 

 

 

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