Alcanzó la riqueza vendiendo empanadas en la calle

Alejandro Rodríguez, inició vendiendo empanadas por las calles de Bogota, ahora es dueño de la Garosa Pastelería y Panadería.

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A más de 7 años de emprendimiento, la Garosa inicio en las instalaciones de una casa; y pasó a ocupar más de 3 sucursales. Fuente: @La Garosa

El colombiano Alejandro Rodríguez, es fundador de la Garosa; un negocio exitoso de alimentos en Barranquilla, que se especializa en panadería y pastelería. Pero el triunfo no llegó solo, tuvo que salir a buscarlo, vendiendo empanadas en las calles de su ciudad.

Ansias de emprender

A Rodríguez, le gustaba tocar el acordeón y a sus 17 años, se planteaba la posibilidad de perfeccionar su técnica; más para logar estas metas, sabía que necesitaba de recursos económicos, fue ahí que despertó sus ánimos de emprender.

El joven colombiano, se dio cuenta de tres cosas; primero que su meta era juntar dinero, segundo que no contaba con un capital inicial, ni amigos que se lo prestaran; tercero, que en realidad no tenía una idea clara de en qué emprender.

Platicó con su familia sobre su deseo, y estos decidieron apoyarlo con conocimiento; el padre le indicó que podía vender alimentos en el puerto en donde trabajaba; su tía que había llegado a la ciudad, le compartió su receta de empanadas; y juntos armaron una canasta de empanadas de carne, huevo y arroz.

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Cada obstaculo, Rodríguez lo interpretó como un momento de adaptación, de esta manera fue que pasó de las empanadas fritas a los panes horneados. Fuente: @La Garosa

Decisiones difíciles

En entrevista Alejandro Rodríguez menciona, que pese a tener experiencia vendiendo dulces en la escuela; el estar vendiendo empanadas le dio pena, por lo que habló con un amigo; quien le acompañó a realizar su primera venta.

Las empanadas resultaron un éxito; los jóvenes se encontraban entusiasmados ante la cantidad de dinero que habían logrado; mas pronto llegó la polémica, el joven ayudante deseaba ser considerado socio; y ante una sociedad que no se lograba poner de acuerdo Rodríguez decidió pagar la ayuda y culminarla.

En ese momento Rodríguez se dio cuenta de nuevas cosas; primero, que tendría que ser el que tomaría las riendas de su emprendimiento; segundo, que tendría que tomar decisiones difíciles; y tercero, que no podría dedicarse al acordeón, sino a vender empanadas todos los sábados.

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Para rememorar sus inicios, en 2021 la Garosa volvió a las calles, aunque sus trabajadores iban con una hielera rotulada; Alejandro optó por salir con su primera hielera de empanadas. Fuente: La Garosa

El inicio de algo grande

Tenía ansias de emprender y estaba encaminado, pero no fue sino que hasta un tío le regaló el libro de: Padre Rico, Padre Pobre de Robert T. Kiyosaki; que se dio cuenta de lo poco que sabía del mundo del emprendimiento.

Nuevamente se replanteó sus objetivos, una tarde, tras vender su canasta de empanadas, miró a lo largo del puerto y observó a los vendedores; decidió que no se quedaría vendiendo empanadas en el puerto toda la vida, sino que sería el inicio de algo mucho mas grande.

Tomó consejo de los libros, guardó su dinero para comprar una nueva freidora; y notó que había llegado a su límite de ventas en el puerto, por lo que tocó puertas en colegios; más se topó con el problema de que si quería expandirse, sus productos tenían que ser horneados y no fritos.

Fue iniciar otra vez, mediante tutoriales en internet, para crear alimentos horneados; hasta que logró acceder a un colegio, más le pidieron formalizar su negocio; por lo que siguió todos los requerimientos para hacerlo.

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Actualmente, la Garosa cuenta con panes, postres dulces y salados, además de sus ya reconocidas empanadas. Fuente: La Garosa

La Garosa

Actualmente, Alejandro Rodríguez se encuentra en sus 25 años; es dueño y fundador de La Garosa, panadería y pastelería; cuenta con 3 sucursales y más de 50 plazas de trabajo; para Rodríguez, los trabajadores no son ayudantes, son su familia.

Bajo este enfoque, se preocupa por capacitar a sus trabajadores y exhortarlos a probar en nuevos espacios; o con nuevas técnicas de producción.

La Garosa, cuenta en su haber con buñuelos, pan relleno de jamón, de queso; panes para hamburguesas; brownies, panqués, palitos de queso, buquesos; y las empanadas que fueron el parteaguas de su negocio.

En palabras de Alejandro Rodríguez: «Dios tiene un propósito con todos nosotros, solo es cuestión de ser paciente y muy disciplinado».

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A mediados del 2021, la Garosa cerró sus puertas por un día, para celebrar y agradecer a sus trabajadores, a quienes consideran su familia. Fuente: La Garosa

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