El Ingeniero Daniel Rodríguez Escobar, de origen mexicano, ha alcanzado el reconocimiento mundial; luego de que este fuera seleccionado para realizar el diseño del Metro de Qatar, ubicado en la ciudad capital, Doha.
El proyecto, además de ser aceptado por las personalidades de Qatar; fue reconocido con dos premios internacionales: el Red Dot Design Award y el iF Design Award en 2017.
Un ingeniero mexicano
Daniel Rodríguez, es egresado de la carrera de Ingeniería en Diseño Industrial; por parte de la Universidad Iberoamericana, en México. Desde hace 20 años, el ingeniero radica en Japón; gracias a una beca para estudiar su maestría en Diseño de Productos, en la Universidad de Arte de Kioto.
Tras culminar sus estudios, Rodríguez se trasladó a la ciudad Osaka, para desempeñarse como Administrador de Oficina de Diseño Industrial; en la compañía Kinki Sharyo, especializada en la fabricación de vehículos ferroviarios.
Las ventajas de ser mexicano
Mientras participaba en el Segundo Foro El Valor del Diseño, organizado por la Universidad Iberoamericana; explico el reto que implicaba trabajar para uno de los países más ricos del mundo.
En esto destacó, contrario a lo que hemos escuchado en otras conferencias, la ventaja de ser mexicano; ya que supo entender el entorno y respetarlo tanto a nivel medio ambiente, como cultural.
Pese a que el estilo podría tildarse de futurista, o minimalista, la realidad es que transmitió parte del legado de México, en los colores, bordes y diseños; los cuales congenian con la cultura árabe, al llegarnos indirectamente por los hermanos hispanos.
La compañía Qatar Rail, quien gestionaba el proyecto de construcción, insistió en el cuidado de los elementos culturales; de igual forma, que se tuviera en cuenta, que se transportaría personas de todas las clases sociales.
Metro de Qatar
De acuerdo a lo expuesto por el ingeniero mexicano, en distintas entrevistas y conferencias; el Metro de Qatar cuenta con tan solo 3 vagones, representando 3 estratos sociales muy marcados en el país qatarí y que se reflejan en el costo del boleto.
El vehículo es de conducción autónoma, por lo que no cuenta con cabina, ni conductor; el diseño exterior, esta inspirado en la velocidad de los caballos árabes.
Al ser un país pequeño, y en el que pese a la división económica, existe una mentalidad de comunidad, se colocaron asientos de frente, para poder charlar y moverse con cierta liberta, sin necesidad de pedir permiso para pasar.
En el haber del ingeniero, se encuentran otros diseños de trenes, como el de Green Mover de Hiroshima, el Metro Express Súper Hitachi, el Metro Kinotori, el 223 Loop Line, el Metro de El Cairo, Egipto, el Metro de Dubái y el Metro de Los Ángeles.