Cuando la necesidad y los deseos por trabajar de una persona son apremiantes, cualquier trabajo honesto, es digno de aplaudir.
Junior, Telus y Dorilus son originarios de Haití, el primero de ellos era maestro de cerámica; el segundo, trabajaba de mecánico; y el último de ellos, se dedicaba a la elaboración de alcohol. Y fue en la ciudad de Monterrey en México, que todo cambió para ellos, ya que actualmente laboran en Tacos Mauricio.
Gestos de Solidaridad
Y es que en México pese a la crisis económica, la «pobreza» que se vive en algunos estados de la república mexicana y los prejuicios; dieron trabajo a este grupo de migrantes haitianos.
Don Mauricio y su esposa Ruth Díaz Yáñez fueron los mexicanos que le abrieron las puertas del empleo a estos tres haitianos; quienes se dedican ha ayudar a los propietarios para sacar adelante la taquería que durante 13 años ha brindado servicio a cientos de regiomontanos.
Esta acción se viralizó por Facebook, donde el apoyo de la taquería en Monterrey para los migrantes de Haití creó muchas opiniones diferentes; aunque algunos usuarios expresan su alegría por la ayuda de esta empresa para los huéspedes que han dejado su hogar para encontrar una vida mejor.
Empleos a Haitianos
Junior Lubin, actualmente tiene 33 años de edad y desde agosto de 2021, se encuentra en Monterrey. Desde que llegó a Monterrey pidió una oprotunidad para trabajar y sustentar a su esposa Marie Lourdes y su hijo Rayan, de tres años, y afortunadamente lo encontró en Tacos Mauricio. A Lubin le gustaría poder arreglar su cuestión migratoria para poder estudiar derecho y ha su esposa le gustaría continuar su carrera de enfermería.
Por su parte Telus Chedlin, de 28 años de edad y Dorilus Rosemond, de 25 años, solo hablan francés criollo. Ambos tuvieron que refugiarse en Brasil, y desde hace algunos años viajaron hasta Monterrey, donde piensan permanecer si continúan con su trabajo, al igual que Lubin, a ellos también les gustaría poder arreglar su situación migratoria.
Sin embargo, Ruth Díaz Yáñez, propietaria de la taquería, junto con su esposo, ha pedido a los regiomontanos abrir las puertas a sus hermanos haitianos para ofrecerles trabajo, sin importar el idioma y así poder tender una mano solidaria que ayude a aquellos que tienen los deseos y la necesidad de trabajar y dejar atrás aquel prejuicio que se tiene hacia ellos o cualquier otra persona.