Jere XXVII

El niño que perdió su mundo

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Jere_Capítulo_XXV11_SolesteView_Diseño-Jhony-Galván

Llegó el abuelo con una guitarra y se sentó con el taburete recargado sobre un horcón, cruzó una pierna sobre la otra y dio el primer rasgueo. Alzó la mano e hizo bailar sus dedos al aire para desentumirlos. Soltó otro rasgueo. Asintió inclinando la frente un par de veces. Inició con un huapango, pero a media pieza se resbaló el mueble y dio con él al piso. Corrí a levantarlo, pero cuando le di la mano, me sonrió y en tono bajo, que estoy seguro nadie más escuchó, preguntó: ¿qué fue lo que pasó? Quise hacerme el desentendido, pero el abuelo no se dio por vencido y estaba por decirme algo más pero calló porque llegó mamá para también ayudarle a levantarse. Se incorporó y cogió el taburete. Miró hacia mí y dijo: ¡nos sentemos afuera! Cogí un banco y salimos.

Nos acomodamos bajo la marquesina y el abuelo regresó de lleno al tema. Según se cuenta que a unos se les ha dado una cola de vaca para enterrarla en medio de un terreno, comenzó. Miré hacia las montañas en un intento por deducir en qué parte había estado y recordé la cola enterrada en medio de un campo despejado. Pero que hay que seguir puntualmente las indicaciones, continuó. Recordé que la mujer me había pedido no abriera la bolsa de manta hasta llegar a casa. Que aquellos que no atienden las recomendaciones, se les desaparece o transforma en roca, tierra o en algún animalito lo que se les ha dado o se mueren o se les muere alguien. Me estremecí en cuanto dijo esto último el abuelo, y me pregunté si estaba relacionada su caída con la desobediencia en la que yo había incurrido. Pero de inmediato me planteé si de todas maneras a la casa no habría llegado convertido en culebra lo que la mujer me había obsequiado, en caso de no haber abierto la bolsa. Cuando la abrí, se desenrolló lo que había dentro y siseó: era una tira parda moteada de manchas como hojas secas. Me imagino que ha habido gente que ha sobrevivido, escuché que seguía hablando el abuelo. Decidí que en la mañana siguiente iría de nuevo a donde el acceso junto al árbol.

*Continúa…

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