Una de las frases que se ha popularizado del ex-director de Microsoft, es con respecto a las personas perezosas; al parecer, el fundador de Windows no los descarta del todo, ya que pueden ser trabajadores ideales para ejecutar tareas difíciles.
Algunos expertos en el tema de los Recursos Humanos y el Manejo de Personal, se han sentido atraídos ante tal afirmación y han emitido sus opiniones al respecto. El día de hoy, en Soleste, te condensamos estas interpretaciones.
Sociedad de esfuerzo
En la novela, Rebelión en la Granja, de George Orwell; se hacía la alusión a un caballo, un animal que representaba a la sociedad trabajadora, que lo entregaba todo de sí, por un ideal, por el progreso y el bien común.
Si bien el libro se va por otros derroteros, no cabe duda que la analogía del equino, es aplicable a muchas sociedades; en las que consideramos que el éxito de una persona es proporcional al nivel de esfuerzo que designa a sus actividades; por lo que de manera automática, los más trabajadores, son los más exitosos.
Más la afirmación anterior, no siempre es aplicable; y es que, tal y como lo menciona Luis Enrique Arredondo en su entrevista para Soleste, debemos aprender a medir nuestro esfuerzo, a permitir que otros nos ayuden en actividades de mejor relevancia, para enfocarnos en actividades más importantes.
Cansado, más no flojo
En el mundo actual, se da una situación de sobre-esfuerzo en el trabajador; estos fenómenos en inglés, se conocen como «overworking» y «crunching«, en el primero el trabajador tiene altas cargas de trabajo constantes, mientras que en el segundo se trabaja para cumplir con plazos muy cortos.
Estos excesos de actividad, han llevado a las personas ha sentirse permanentemente cansadas, deprimidas, ansiosas o estresadas; podría parecer ajeno a nosotros, pero la situación es tal, en que pausas para comer, para ir al baño o charlas entre colegas; son miradas de mala manera por los superiores.
Aunque es correcto replantear tu situación laboral, podemos intentar combatir este exceso de trabajo, con una mejor planificación del día, quizás hemos cometido el error de procrastinar algunas actividades.
No descartar a los perezosos
Entonces, por qué no descartar a los perezosos; navegando por la red, podemos encontrar la atribución de una frase similar al General Alemán Kurt von Hammerstein-Equord; a quien, parafraseando, decía que sus oficiales estaban segmentados en dos grupos, los astutos y diligentes estaban en tareas de liderazgo, mientras que los perezosos, en tareas operativas.
En esta distribución ambivalente, es que se encuentra el núcleo central de la cita de Gates; aquellos trabajadores más dedicados no pueden dirigir todos sus esfuerzos en cumplir tareas menores, pues al estar presentes en menor cantidad, hay que aprovechar sus talentos.
Pero los trabajadores, estigmatizados como «perezosos», poseerán un punto de vista diferente y un talento natural para buscar soluciones, o cumplir actividades con mayor rapidez; por lo que podemos asignarles actividades de características técnicas, operativas, o de alta dificultad; ya que aportarán soluciones poco complicadas o sencillas.
