El peón y su gran empresa

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De cómo un hombre superó los obstáculos posibles hasta que fundó un pueblo que se llama Río Jordán

Pedro López Gómez era un hombre tan solo que ahora, ya viejo, hasta él mismo, de ser otro, podría no creerlo que sea el patriarca de todo un pueblo.

Indígena del municipio de Chamula, antes de fundar la comunidad Río Jordán a orillas del Río Grijalva en Chiapas, anduvo de finca en finca, como peón, en las regiones De los Llanos y La Frailesca.

Fue cocinero de los trabajadores en la Finca Nueva Esperanza, un obrero más en el rancho El Pajarito, hasta que la dueña de dicha propiedad lo echó literalmente al agua, porque Pedro López había empezado a practicar la pesca a escondidas para mejorar sus ingresos.

Entonces, el hombre que llegó de ocho años con su padre a orillas del Grijalva en busca de trabajo, quien no poco tiempo después quedó abandonado, se fue a la pesca. Ya tenía esposa, la mujer que, arriesgando su vida, había liberado de donde estaba amarrada a un árbol por su padre.

Comenzó a pescar, se hizo de amigos y le llegó la oportunidad de tener tierra donde descansar, donde vivir. Con el apoyo de otra persona, obtuvo 92 hectáreas de tierras para fundar una comunidad, integrada por 42 familias.

Tuvo doce hijos, cuatro se le murieron. Tiene su propio pueblo. Y con sus 69 años de edad, tiene mayores esperanzas de mejora y crecimiento. Ha heredado a sus hijos la cultura del emprendimiento. Éstos tienen un proyecto de acuacultura en las aguas de la presa La Angostura.

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