He observado, que generalmente cuando enfrentamos algún problema, una situación difícil, una contingencia o una crisis buscamos a un poder superior, una creencia o a Dios para hallar una comunión de nuestros pensamientos con la fe y la esperanza.
Sin embargo al paso del tiempo vamos olvidando esos momentos porque no los convertimos en hábitos que se vuelvan patrones de vida para guiar una mejora constante por siempre.
Hoy en tiempos de contingencia te comparto algunos tips que estoy poniendo en práctica para mejorar mi vida espiritual.
Ubícate en el presente. Convive con el universo con sus elementos naturales (sol, agua, aire y tierra) disfruta tu familia. Crea momentos de paz y armonía. Apoya en el orden y limpieza de tu casa e imagínalo como práctica de purificar tu mente, tu vida y tu espacio.
Ora y medita. Genera perdón a los demás y a ti mismo. Comulga con la paz y la abundancia (haz tu propia oración) medita sobre mejorar tu vida actual y en especial sobre las causas de los problemas. (La ignorancia, el apego y el odio)
Lee y estudia. Es necesario siempre leer y estudiar textos, ver videos y escuchar audios sobre los temas de crecimiento espiritual. Hazlo.
No desperdicies tu energía. Solo revisa noticias relevantes de medios confiables. En Facebook y WhatsApp muchos te quitan tiempo. Busca otros amigos que compartan mejores temas. No juzgues a los otros. Si tienes que exigir a alguna autoridad, hazlo con argumentos.
Comparte. Es un acto necesario de dar de lo que se tiene. Es ver al otro como una parte de ti sin que lo hagas dependiente.
Si practicamos lo expuesto, saldremos de la contingencia con una mayor confianza, fe y esperanza. Ese es un buen propósito para aquellas y aquellos que sí pudimos quedar en casa.
Nadie lo hará por ti ️