Conforme pasa el tiempo, es posible observar diferentes fenómenos en los productos que consumimos; algunos parecen contener menores cantidades en su empaquetado; otros se han diversificado y unos más se han compactado en presentaciones más pequeñas.
Hoy hablaremos de la «reduflación«; ese fenómeno por el cual exclamamos que nuestro bolsa de papas, está más llena de aire que de producto, o que unos chocolates, se ven más delgados o más pequeños, aunque la presentación sigue siendo la misma.
El término original, como podrían imaginar es de origen inglés, siendo «shrinkflation» o «downsizing»; aludiendo al encogimiento, disminución o delgadez de un producto; y son estrategias de mercadotecnia, para vender menos cantidades de un producto, tratando de conservar los precios.
Vender menores cantidades
¿Cuál es la razón para vender menores cantidades de un producto? Algunos expertos aluden, a que más que una estrategia; es un mecanismo de adaptación de las marcas, ante los factores externos que pueden llevar al alza de precios y por ende, a la perdida de clientes.
Estos factores externos, pueden ser: al alza de precios en la materia prima, o en el peor de los casos, a la escasez de la misma; a la elevación en los costos de transportación, a un incremento en la mano de obra.
Ante la adversidad, los productores cuentan con tres opciones:
- Aumentar el precio del producto o los productos afectados
- Vender menores cantidades de su producto o en presentaciones reducidas
- Disminuir la calidad de los ingredientes o materia prima
Analizando las tres opciones presentadas, la empresa elige la considera la que afecte en menor medida al cliente; por lo que negándose a subir los precios o perder la calidad de su producto, decide disminuir el contenido del mismo.
El problema en la obvia disminución; es que el cliente puede percibirla, y este al notar que el producto ha sido reducido, costando lo mismo o más, decida entonces romper la relación de consumo; es por esto, que la disminución debe ser disfrazada, para no perturbar al consumidor.
Estrategia de mercadotecnia
Hasta ahora hemos asumido que existen una serie de factores, que obligan al productor a acudir a la «reduflación», pero y si los factores fueran temporales o no fueran tan drásticos, entonces ¿Cuál sería la razón de esta disminución?
Es entonces, cuando la disminución del tamaño o contenido de un artículo, corresponde más que nada; a un proceso de optimización en la creación de un artículo, y al aumento en la obtención de utilidades.
Pero la reduflación, no atiende solo a vender menores cantidades de un producto al cliente, sino que al hacer mas pequeñas las presentaciones de los productos, estos pueden transportarse en mayores cantidades, o exponer un mayor número de artículos en anaquel, las ventajas para el productor; son muchas, por eso es notoria la afinidad a esta estrategia de mercadotecnia.
Tipos de reduflación
La reduflación, tiene diferentes maneras de aplicarse, por ejemplo: el cambio de empaque, los frijoles, el atún, aceitunas y aderezos, han cambiado su empaquetado, de enlatados a bolsas plásticas. Mientras que las bebidas cambian su diseño para seguir pareciendo de un mismo tamaño, pero ofreciendo menos cantidad.
El cambio más común, es el aplicado directamente al producto; se reduce el tamaño del artículo, mientras que los más sutiles son aquellos que cambian parte del diseño del producto, pero están enfocados a la reducción del mismo; bordes mas pequeños, litografías, cambios de forma, lo que sea para ahorrar contenido.
Otros cambios más sutiles, ocurren directamente en las cantidades de un producto; cambiar litros a kilogramos o reducir los gramajes por unidad, lo difícil para el cliente de esta estrategia, es que perciba el cambio; puesto que los textos del empaque subrayan los beneficios.
Productos afectados
La Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido, realizó un estudio en un periodo de 5 años, en el cual descubrió que 2,529 productos; habían sufrido el fenómeno de la reduflación; siendo afectados principalmente chocolates y panes.
Aunque los Europeos han sido los más insistentes a la hora de estudiar este fenómeno, en América Latina, las pocas investigaciones apuntan a una reducción en lácteos, frituras, artículos de limpieza, galletas, golosinas, verduras, refrescos, entre otros productos.