Hoy se celebra el día del pozol, hoy que Coyatocmó amaneció de un gris plomizo, y con las primeras horas del alba nos dejó en el paladar un sabor insípido; hoy que precisamente nuestras maestras pozoleras han recibido el día con algarabía y han ataviado sus locales con globos multicolores. Hoy el día nos sabe a fiesta, a mango verde con chile, a cacahuate y limón, a maíz y a cacao, en jícara sabe mejor.

Desde muy temprano y como todos los días, la molienda resonó en la casa de los artesanos del maíz, y el bullicio de su actividad descendió hasta el centro de la ciudad; pero hoy era diferente, era un día especial, el quinto aniversario de nuestra bebida tradicional.

Por esta razón, las locatarias del Mercado Público Municipal Juan Sabines, adornaron sus espacios de vendimia, y se vistieron con ropa tradicional, el recinto resonó con música de marimba y los marchantes, aun con la melancolía del día, empezaron a llegar.

De 12:00 pm a 01:00 pm; fue la hora pico, el momento en que el pozol se entregó de manera gratuita, y los rostros alegres comenzaron a aumentar, duró una hora la efervescencia de la festividad; las jícaras pasaron de un lado a otro, los brazos de las mujeres batían sin cesar, en algunos locales se acabó la masa, y la botana amenazaba con no alcanzar, al final nada terminó, ni la bebida, ni la comida, ni la celebración.

Esta actividad se ha organizado formalmente desde hace cinco años, inició como una pequeña idea para celebrar al pozol, y como muchas cosas alegres que hacemos los chiapanecos, rápidamente se transformó en fiesta. Alrededor de 5 mil jícaras se registra que se han regalado en este evento, y las locatarias afirman vender tres veces lo del día, siendo el de cacao el más buscado.

📝Si te perdiste este maravilloso día, márcalo en tu calendario, pues        la fiesta el siguiente año se volverá a celebrar.