Investigadores estadounidenses, han creado un localizador submarino por retrodispersión, llamado UBL por sus siglas en inglés (Underwatter Backscatter Location). Este tipo de GPS, no utiliza baterías, por lo que aprovecha el impacto de las ondas sonoras bajo un mecanismo de piezoeléctrica.
La piezoelectricidad, consiste en poder generar electricidad por medio de una presión mecánica en materiales específicos como el cuarzo. Por lo que este localizador absorbe de forma selectiva parte de la energía de las ondas sonoras del submarino, sobre el mecanismo piezoeléctrico, mientras que el resto lo refleja en una señal acústica.
El UBL, puede emitir impulsos acústicos que proporcionan cierta información sobre la salinidad del agua y su temperatura, al igual puede brindar la ubicación exacta de un animal marino, así como también los efectos del cambio climático en el submarino.
Uno de los retos a los que se enfrenta este proyecto innovador, es el eco, derivado a las señales acústicas, que no solo viajan al receptor sino también al fondo marino y la superficie. Lo anterior se origina cuando hay poca profundidad, ya que las ondas se multiplican al chocar con el fondo y la superficie.
Los investigadores, ya se encuentran trabajando ante este gran reto, con la finalidad de poder encontrar un punto de equilibrio entre la profundidad del agua y el movimiento de los objetos rastreados.
