Hoy estamos siendo bombardeados por cientos, miles de mensajes catastróficos que nos provocan miedo, ansiedad, pánico y depresión.
El atormentarse con pensamientos negativos y pesimistas nos llevará a crisis personales y familiares.
Hay que atender el peligro o riesgo con acciones concretas de prevención de las que mucho se habla: No exponerse a reuniones o lugares públicos (salvo lo necesario) lavarse las manos constantemente (es un buen hábito) solo saludar verbalmente.
También podemos apoyar a los adultos mayores para que no salgan de casa y procurar que consuman alimentos que tengan vitamina C. Pero, sobre todo, mantener pensamientos positivos o virtuosos a través de la oración o meditación.
Así que hay mucho que hacer, hay que actuar para superar nuestros miedos.
Debemos comprender que la vida siempre es fugaz y que el presente es lo que importa hoy. Aferrarnos a lo material y a las creaciones humanas solo nos producirá más sufrimiento.
Recuerda que nada es permanente, todo es temporal.
Nadie lo hará por ti ️