Un equipo de científicos de la Universidad de Standford y la Universidad de Carolina del Norte han desarrollado una vacuna impresa en 3D que se puede aplicar a la piel sin necesidad de un pinchazo.
Protege mejor que el método convencional, concretamente una respuesta inmune 10 veces mayor y una creación de anticuerpos 50 veces más alta, lo que podría llevar a un ahorro significativo mucho menor para frenar cualquier virus.
La respuesta inmune del parche es de 10 veces mayor que el pinchazo de una aguja, según un estudio realizado por los científicos en Proceedings of the National Academy of Sciences.
“Esperamos sentar las bases para un desarrollo global aún más rápido de vacunas, en dosis más bajas, sin dolor ni ansiedad”, comenta Joseph M. DeSimone, autor principal del estudio.
Es una nueva formar de aplicar vacunas sin dolor y menos invasiva, la clave reside en que puede autoadministrarse y tenerla guardada en casa para evitar la clásica visita al hospital.
¿Qué muestran los estudios respecto a esta vacuna?
Los estudios muestran una respuesta significativa de anticuerpos específicos 50 veces mayor que la inyección subcutánea y esto podría llevar a un ahorro de dosis.
Esta vacuna podría personalizarse fácilmente para ayudar en otros caos de enfermedad e incluso en el coronavirus.
Su enfoque les permite imprimir directamente en 3D las microagujas, lo que les da “una gran libertad de diseño para hacer las mejores microagujas desde el punto de vista del rendimiento y el costo”, explica Shaomin Tian, autor principal del estudio e investigador del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UNC.
El equipo utilizó un prototipo de impresora 3D CLIP que ha inventado DeSimone. Esta impresora está producida por CARBON, una empresa de Silicon Valley cofundada por él.