Gabriela Badillo Sánchez es una joven diseñadora, quien en la década pasada decidió concursar para obtener la beca Coinversiones del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA).
Su propuesta, era la de crear una serie de animaciones compuestas por cuentos, leyendas, poemas y escritos indígenas, narrados en lenguas originarias y subtitulados al español.
Gabriela Badillo
En aquel momento, Badillo era egresada de la Universidad Iberoamericana, había trabajado ocho años en el Departamento de Animación y Diseño de Televisa; donde formó parte del proyecto “Imaginantes”, mismo que coordinó en su 3er temporada, y por la cual fue premiada con el Caracol de Plata.
En su haber, ya contaba con una amplia experiencia y su siguiente aspiración era desarrollar un proyecto propio que había gestado en memoria de su abuelo recién fallecido, quien fuera de origen maya, y del conocimiento que se había perdido tras su muerte.
Las primeras voces
En 2012, su propuesta obtuvo luz verde, fue seleccionada en la 28° emisión de “Programas de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales” del FONCA, ganadora de la categoría de Medios Audiovisuales.
De esta manera, en 2013, nació con siete videos la serie animada: “Sesenta y ocho voces. Sesenta y ocho corazones”, de la mano del recién constituido estudio de diseño y animación: Hola COMBO, mismo que dirige actualmente, Gabriela Badillo.

Cuando una lengua muere
El nombre del proyecto vino de las 68 agrupaciones lingüísticas distribuidas en el territorio mexicano; estas mismas se pueden ramificar en 364 variantes y conjuntarse en 11 familias lingüísticas.
Para ejemplificar, una familia lingüística sería la mixe-zoque, la cual se distribuye en los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz; de ella se deriva la agrupación lingüística zoque, que se asienta en parte del territorio oaxaqueño y chiapaneco; y de esta última se desprende la variante zoque del sur, que se ubica en Tuxtla Gutiérrez, Ocozocoautla de Espinoza y territorios aledaños a estos municipios chiapanecos.
Cuando una lengua muere
Para seguir dando espacio a nuevas voces, se sumaron al proyecto: el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), CANAL ONCE, la empresa Ruta Maya Coffe y la Sociedad de Películas de Salt Lake City; dejando como resultado a 2018, un total de 35 metrajes y 3 todavía en producción.
Aunque varias instituciones se habían unido al proyecto, era necesario captar más fondos para la producción de los 30 videos restantes, por lo que, en noviembre y diciembre de 2019; Hola COMBO inició una campaña de recaudación en la plataforma Kickstarter, un espacio en el que las personas con buenas ideas, pueden solicitar apoyo económico de manera directa a usuarios de internet para materializar su proyecto.
En el caso de Hola COMBO, solicitaron $400,000 pesos, para producir tres nuevos videos; logrando el apoyo de 285 patrocinadores, quienes donaron $451,500 pesos, superando con esto, su meta.

Un largo viaje
Como podrás notar, ha pasado casi una década, desde que iniciaron su travesía las voces de nuestros antepasados; se han escuchado tanto en televisión nacional, como en plataformas de multimedia a nivel mundial; se han presentado en 15 países, y se han traducido a varios idiomas: entre ellos el inglés, el ruso, el chino, el portugués, etc.
Mucho ha pasado, desde ser un susurro en la mente de una joven diseñadora, hasta convertirse en el eco que pide que no los olvides.
Si deseas ver los cortometrajes de 68 Voces, 68 Corazones; puedes acceder al canal de YouTube 68 voces; porque como suelen decir en Hola COMBO: “Nadie puede amar, lo que no conoce”.